La digitalización de las empresas se ha convertido en uno de los objetivos principales de toda Europa hacia su mayor competitividad. De hecho es, junto al crecimiento sostenible y el aumento de la inversión en I+D+i, uno de los mayores retos a los que se enfrenta nuestro tejido económico en los próximos años.
Pero ¿qué significa exactamente digitalizar empresas? Vamos a comenzar por el principio.
1. ¿A qué nos referimos con digitalización de empresas?
La digitalización de las empresas es el proceso por el cual las organizaciones abrazan las nuevas tecnologías, en entornos digitales, con el fin de mejorar sus servicios y ganar eficiencia y competitividad.
Hacerlo supone un cambio del negocio a todos los niveles: procesos internos, comunicación con empleados, proveedores y clientes, etcétera.
Sin embargo, y aunque para muchas entidades pueda parecer una tarea titánica, la transformación digital es imprescindible para relanzar el crecimiento económico.
No solo eso, lo es también en pro de la seguridad, del desarrollo sostenible, de la reducción de la desigualdad, del aumento de la productividad o de la protección de los derechos humanos.
El pasado año, España se situaba en la novena posición del ranking europeo, por encima de la media, en capital humano, conectividad, integración de tecnología digital y servicios públicos digitales. Una posición que ha mejorado respecto a años anteriores.
2. Digitalización de empresas: el gran reto europeo
La digitalización de empresas se ha convertido en la piedra angular de los planes económicos, de desarrollo y de crecimiento, en la presente década.
De hecho, el actual Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que aúna la estrategia española para canalizar los fondos destinados por Europa tras la COVID-19, dedica la mayor partida, el 23,1 % de los casi 70 millones de euros disponibles hasta 2026, a la modernización y digitalización de industrias, pymes, startups y turismo, este último como gran sector estratégico.
Además de dicho instrumento para articular inversiones y reformas, existe España Digital 2025. Este plan reúne 50 medidas en diez ejes estratégicos para impulsar el proceso de transformación digital del país, de acuerdo a los planes de la Unión Europea. La inversión pública entre 2020-2022 está siendo de 20.000 millones de euros. La privada, de 50.000 millones.
Pero no son los únicos esfuerzos articulados en pro de la digitalización de empresas. Actualmente, todas las Comunidades Autónomas cuentan con sus propias estrategias al respecto. Y es que, el crecimiento y la competitividad pasan, de forma inevitable, por la digitalización de empresas.
3. La digitalización de pymes: un capítulo aparte
Existe una importante brecha digital que, afortunadamente, los nuevos planes estratégicos intentan acortar: la que separa la digitalización de las pymes de las grandes corporaciones empresariales.
Esta se debe, en buena medida, por las dificultades de las pequeñas y medianas empresas para abrazar el cambio, es decir, para innovar, acceder al conocimiento, invertir en nuevas herramientas tecnológicas, adelantarse a las necesidades del mercado, etcétera. Pues cuentan con menos capacidad de gasto y recursos humanos limitados.
En resumen: el tamaño parece importar, y mucho, en el grado de digitalización de las empresas.
Dicha realidad ahonda en la dualidad del tejido económico, situando a las pequeñas y medianas empresas en el furgón de cola de la competitividad y lastrando, así, el crecimiento global de la economía nacional.
La digitalización de las empresas tradicionales y de pymes y autónomos se torna así acuciante. De hecho, se sitúa en el epicentro de muchos de los planes de transformación digital para empresas que barajan las Administraciones públicas. Un buen ejemplo es el Plan de Digitalización de Pymes 2021-2025.
Dichas acciones, aquellas que pretenden la digitalización de pymes, buscan la colaboración público-privada para brindar a las pequeñas empresas el apoyo necesario hacia el cambio digital, en especial aquel que habla de transferencia de conocimiento, así como ayudas económicas.
De hecho, uno de sus programas estrellas de dicho plan es el Kit Digital para pymes, al que se puede acceder de manera directa o a través de empresas especializadas en la implantación de soluciones digitales. Más de 4.000 millones de euros de presupuesto en favor de la digitalización de las empresas pequeñas y de los autónomos.
4. Los grandes retos de la digitalización de empresas
Existen muchos retos en el camino hacia la digitalización de empresas. Uno de ellos es la digitalización de las pymes, como hemos señalado más arriba. Sin embargo, podemos enumerar algunos otros de los más acuciantes en materia de transformación digital:
4.1. La conversión de la actividad industrial en industria 4.0
Si algo nos han enseñado casi tres años de pandemia y crisis sanitaria es que las empresas digitalmente maduras han podido competir en mejores condiciones.
La industria se ha visto obligada al uso de tecnologías digitales, sobre todo aquellas que favorecían la relación con el cliente y el comercio, así que, las más adelantadas en la carrera hacia la digitalización, lo han tenido más fácil.
Superada prácticamente esa etapa, el impulso de la transformación digital en la industria es inevitable, al menos si quiere ganar en optimización y eficacia, posicionarse como líder en el contexto europeo e internacional, competir en igualdad de condiciones y abrazar un desarrollo sostenible en el tiempo.
4.2. El uso de datos y sistemas de inteligencia artificial
Analítica descriptiva, diagnóstico, simulación, analítica predictiva, prescriptiva y preventiva… Actualmente, el uso de big data es muy limitado en España, a pesar de los enormes beneficios que reporta en cuanto a eficiencia, optimización de recursos u orientación de la actividad, por poner solo algunos ejemplos.
En 2020, tan solo el 8,5 % de las grandes empresas y pymes incorporaban esta tecnología, así como el 3,1 % de las microempresas. El porcentaje se eleva considerablemente al hablar de negocios con más de 249 empleados, según datos de 2021 del ONTSI recogidos por el Plan de Digitalización de Pymes 2021-2025.
El gran objetivo de los planes actuales para la digitalización de empresas es que el 25 % del total usen Inteligencia Artificial y Big Data dentro de cinco años.
4.3. La cada vez más necesaria inversión en ciberseguridad
Ya antes de la Covid, pero mucho más desde su llegada, el denominado ransomweare contra las empresas por parte de ciberdelincuentes se ha incrementado notablemente, al igual que otro tipo de estafas vinculadas a entornos digitales.
Esta técnica consiste en el secuestro de páginas web corporativas, bases de datos, programas empresariales, etcétera a cambio del pago de un rescate.
España es un país afectado especialmente por este tipo de cibercrimen, de hecho, se estima que al menos un 70% de las empresas españolas sufrieron ataques de este tipo a lo largo del pasado año.
La computación cuántica parece brindar una herramienta útil en este sentido, pues representa una herramienta más fiable que la criptografía en la salvaguarda de datos o transacciones online.
4.4. Tecnologías verdes hacia la sostenibilidad
Reducción del consumo de recursos y de energía en la producción de hardware, prolongación de la vida útil de dispositivos tecnológicos, desarrollo de software que consuma menos recursos que sean fáciles de reciclar… La transformación digital mira también hacia un horizonte de transformación energética que implique menos consumo y desperdicio.
De hecho, el gran objetivo a corto plazo es la reducción del 10 % de las emisiones de CO2 por efecto de la digitalización de la economía en 2025.
Digitalizar empresas no debe y no puede suponer el menoscabo del medioambiente sino todo lo contrario.
5. Digitalización empresarial a través de servicios cloud computing
Según el informe Tecnología + Sociedad en España 2021 del ONTSI, destaca el crecimiento de pymes y grandes empresas que contratan servicios de cloud computing, que alcanza el 28,2 % en 2020; aunque las microempresas no logran aún superar el 10 %.
Y es que, dichos servicios suponen una palanca de cambio a todas esas empresas que necesitan externalizar tareas tan específicas como la seguridad de sus sistemas o implantar estaciones de trabajo de alto rendimiento.
En definitiva, se alzan como socios digitales en la carrera hacia la transformación, imprescindibles ya para buena parte de las pymes de nuestro país y aquellas empresas tradicionales que deseen abrazar la digitalización.